Levantar el promedio general de los estudiantes de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México es la aportación más notable que han hecho a esta institución educativa sus alumnos becados del programa ‘Si quieres, ¡puedes!' (SQP), señaló el Rector, Maestro David Fernández Dávalos, S. J.

Durante la presentación del ‘II Informe de avances del programa Si quieres, ¡puedes!', las autoridades universitarias asistentes pudieron darse cuenta que la incorporación de muchachas y muchachos de excelencia académica, con necesidad económica –que reciben becas del 80 al 100 por ciento, a fondo perdido- ayudó a incrementar entre 4 y 9 décimas de punto el promedio general en las carreras de la IBERO, y “esto es un fenómeno digno de registrar, de documentar, de investigar”.

Ese es el primer impacto positivo, de cuatro, que el Rector ha visto al programa, que va rindiendo sus frutos, algunos previstos y otros no, de los que “está resultando una experiencia enriquecedora de la comunidad universitaria, sin duda, que era en realidad lo que pretendíamos”.

Segundo impacto positivo. Se está teniendo una mayor conciencia de compromiso social de la Universidad con el entorno, y se está incorporando a personas diversas, lo que beneficia a la IBERO, al abrir sus horizontes.

Aunque muchos de los estudiantes tradicionales de la Universidad todavía no se dan cuenta de lo que reciben al estar en contacto con sus compañeros del programa SQP, en algún momento lo notarán, y eso les va a cambiar la vida en el futuro, dijo el maestro.

Tercer impacto positivo. Algunas carreras que tenían una matrícula modesta, que brindan empleabilidad a los becados SQP –pertenecientes a un sector social depauperado-, han incrementado su matrícula; lo que les ha dado consistencia y mayor sentido.

Cuarto impacto positivo. Se han logrado articular en torno al programa, una serie de personas, de puntos de vista y de proyectos; lo que va construyendo comunidad universitaria, desde los académicos hasta los administrativos y personal de servicio.

Ésta es la agenda oculta del programa, “el transformarnos como Universidad”. Ayudar a personas, sí; pero también transformar a la IBERO en su modo de ser Universidad.

Becarios SQP, sin beneficios de afirmación positiva

Un punto que al Rector Fernández Dávalos le interesó dejar muy en claro es que, cuando un grupo social es sistemáticamente marginado, se le niegan oportunidades o no las tiene, la teoría dice que para ese grupo hay que implementar algunas medidas de discriminación positiva o de afirmación positiva. Esto quiere decir, poner algunos mecanismos que ayuden a superar la postración, la desventaja, el hándicap con el que están enfrentando los retos que les pone la sociedad.

Y si bien “con toda legitimidad nosotros podríamos poner reglas distintas del juego a estas muchachas y muchachos (SQP) en lo académico, en la convivencia, no lo hemos hecho así; quiero hacer caer en la cuenta de esto. Las únicas medidas de acción positiva, de discriminación positiva o de acción afirmativa que tenemos con estas muchachas y muchachos son los cursos propedéuticos que tienen al ingreso, que no les sustituyen clases que deberán de tener después, sino que los hacemos estudiar más; y la segunda, es que tienen tutores pares”.

“En todo lo demás son exactamente iguales que cualquier estudiante de la Universidad. Quiero que quede claro: las reglas, las legislaciones, se aplican. Y aunque con toda legitimidad podríamos poner condiciones diversas a estas muchachas y muchachos para que pudieran alcanzar o tener una buena integración acá, por ser un mecanismo social aceptado, impulsado, legitimado por teóricos, por Naciones Unidas, no lo estamos haciendo”.

“Tiene que quedar absolutamente claro que estos muchachos (SQP) son los que tienen que realizar un esfuerzo mayor que nuestros estudiantes tradicionales para poder sacar adelante su carrera; no están compitiendo con ventaja respecto de otros estudiantes”.

Luego de dejar en claro las cosas, el Mtro. David Fernández comentó que espera que estos primeros logros enumerados se vayan consolidando, “y que el programa ¡Si quieres, ¡puedes!' se institucionalice, de tal manera que la IBERO ya no se comprenda en el futuro a sí misma si no es con un grupo poblacional de estas características, que la enriquece y la hace funcionar de una manera más adecuada a los desafíos que nos plantea la realidad del mundo de hoy”.

Agradeció a las autoridades y académicos relacionados con SQP, programa que está dando los frutos que quiere la IBERO. Sin embargo, reconoció que incorporar más estudiantes al programa está costando mucho trabajo, “porque no es fácil encontrar muchachas y muchachos con un perfil de alto rendimiento académico cuando la educación para los sectores populares es muy mala en México”.

Esto demuestra, en lo que concierne a los becados SQP, que “verdaderamente son excepcionales quienes tienen posibilidades de pasar el examen de admisión o traer un buen promedio que les funcione dentro de la Universidad”.

El informe fue presentado por la licenciada Georgina Tepale Palma, coordinadora del Centro de Atención Estudiantil Universitaria (CAEU).

Texto y fotos: PEDRO RENDÓN/ICM