Investigadora advierte que desigualdad limita la caminabilidad en México

Mié, 6 Feb 2019
La Dra. Deborah Salvo señala que el entorno urbano no facilita la actividad física
  • El entorno urbano complica que las personas elijan caminar y si lo hacen es porque no tienen otra opción (Tomada de Ciudadanos en Red).
  • La Dra. Deborah Salvo estudió la Licenciatura en Nutrición y Ciencias de los Alimentos en la IBERO (Tomada de la Brownschool).

Una de las razones por las que la Dra. Deborah Salvo, egresada de la Licenciatura en Nutrición y Ciencias de los Alimentos de la IBERO, se estableció en Estados Unidos fue para hacer investigaciones que contribuyan a mejorar las ciudades en México, promover salud entre la población y generar impacto social positivo.  

Para la académica e investigadora de la Universidad de Washington, en San Luis, Misuri, la caminabilidad en casi todas las zonas de México es bastante limitada debido a que una buena parte de la población en el país utiliza el transporte público por necesidad.

“La actividad física que realiza la mayoría de la gente la hace por necesidad, pues hay mucha gente en México de más de 18 años que no le alcanza para tener un auto propio. Pero si les alcanzara no utilizaría el transporte. Esto nos habla de que no es que la ciudad sea caminable, nadie elige la opción saludable, sino que la gente camina porque no le queda de otra y lo hace en entornos que no son seguros ni dignos, que no están hechos para que la gente camine”, explicó Salvo, especialista en actividad física.

De hecho, la investigadora explicó que más del 70% de los mexicanos cumple con las recomendaciones mínimas de la Organización Mundial de la Salud de realizar 150 minutos de actividad física de moderada a vigorosa a la semana. Es el equivalente a media hora de caminata diaria.

“La gente camina cerca de banquetas obstruidas, porque no hay otra forma de llegar al lugar de destino. Pero me hace pensar mucho en cómo la desigualdad social y de inversión tiene mucho que ver con los niveles de actividad física”, dijo quien fuera investigadora de la Escuela de Salud Pública de Texas

De acuerdo con la doctora en Ciencias Biomédicas por la Universidad de Emory, la actividad física, independientemente del estado nutricional, tiene beneficios directos para la salud cardiovascular, pues ayuda a prevenir infartos, diabetes y varios tipos de cáncer.

También advirtió que si una persona es inactiva el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes es mucho más alto. De tal manera que la actividad física no sólo es importante para mantener un peso ideal.

“Las personas pensamos que la actividad física es sólo para estar en forma. Pero es importante saber que, si tienes muy mala condición física, porque nunca te mueves, existe un riesgo alto de detonar enfermedades y de morir antes en comparación de quienes sí son activos”, explicó Salvo, quien ha trabajado junto al Dr. Michael Pratt, líder en la investigación y promoción de la actividad física en la salud pública a nivel mundial.

Entorno urbano, factores para la actividad física

Sin embargo, la investigadora del International Physical Activity and the Environmental Network IPEN, evento que se llevó a cabo en Cuernavaca, Morelos, señaló que son diversos factores del entorno urbano los que influyen en el nivel de actividad física que desempeñan los ciudadanos mexicanos, por ejemplo, la conectividad de las calles (es decir, no tienen salidas, hay imperfecciones), la seguridad, la presencia de parques y ciclovías, la densidad poblacional, la entropía y los aspectos estéticos, entre otros.

Por esta razón, sugirió que cuando se haga la planeación de nuevas áreas urbanas se debe tener como eje principal a la salud. Asimismo, rediseñar las ciudades para favorecer al peatón y a la actividad física. Así como utilizar espacios disponibles que modifiquen de manera temporal la caminabilidad del sitio en ciertos días y horarios.

“En general, el nivel promedio de actividad física de la gente que vive en una zona será más alto si ese lugar es caminable. En teoría, esto quiere decir que es un entorno que promueve que camines y que haya transporte público. Por eso, quise medir el ambiente y tratar de demostrar que hay ‘una receta’ para revisr cómo se ve una colonia caminable en México y una no caminable”, explicó.

La investigadora aseguró que la IBERO la ha influenciado mucho en su carrera. Recuerda que decidió dedicarse a temas con impacto social cuando un verano viajó, como parte de su servicio social, a Estados Unidos para participar en un programa de atención a migrantes.

“Esto me cambió mucho. Enfrentarte con esa realidad que viven las personas migrantes, quienes por cuestiones de necesidad se fueron de sus países y viven con varios problemas, me cambió la visión. Cuando vi que había tantos problemas en México, pensé en dedicarme a algo que impactara socialmente. Tenemos muchas dificultades y por eso quise enfocar mi preparación y conocimiento para tratar de atender las adversidades que afectan a los mexicanos”, explicó la académica.

Valentina González/ICM 

 

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